ESTUDIO

Tatuarse es una fiesta.
Para nosotros que nos marcamos, tatuarse es la mayor fiesta imaginable, una mezcla de voto solemne y treta infantil. Pero el tatuaje es una cicatriz, una herida colmada que hay que curar. Curar es el amor concretado en el acto, tener cura, cuidar. Tatuarse es confiar en tu cuerpo a un artista, y quien mejor para esa labor que los artistas que forman y colaboran con The house of tattoo curators quienes comparten esta pasión con entusiasmo.
The house of tattoo curators es un equipo de arte que persigue la diversidad estética. Creamos un entorno donde los artistas pueden sumergirse plenamente en su trabajo.